lunes, 5 de diciembre de 2011

Valores civiles, valores Religiosos

Valores civiles.

            ¿Qué son los Valores Civiles?
Los principios y los valores son universales. Constituyen la brújula moral de todo individuo y toda sociedad. Sin esa brújula ética el naufragio es inevitable.
Los principios siempre han existido. Todas las religiones de la historia hacen referencia a la importancia de la justicia, la honestidad, la integridad, la caridad o la compasión. Pero es importante anotar que los principios no son los valores. Los primeros constituyen la brújula. Los segundos el mapa.
La Terca Vía de Blair identifica cuatro valores fundamentales que deben informar las acciones del Estado y de la sociedad: reparto equitativo de la riqueza, igualdad de oportunidades, responsabilidad y solidaridad.

¿Por qué los Valores Civiles?
Cuando una sociedad, una colectividad política o un individuo pierde su compromiso con esas normas de conducta que establecen los principios y los valores, cuando deja de guiarse por esa brújula moral, pierde su norte. Y cuando una persona, una empresa, un partido o un país no sabe lo que quiere, sus actos dejan de tener sentido.
Se trae lo anterior a colación para resaltar la importancia de los principios y los valores en la formulación de los derroteros y la ejecución de programas por parte de cualquier sociedad y de toda colectividad política que pretenda dirigir sus destinos.

¿Cómo son los Valores Civiles?
Los cuatro valores civiles que propone Juan Manuel Santos: reparto equitativo de la riqueza, igualdad de oportunidades, responsabilidad y solidaridad; trascienden todo su proyecto político, su visión de país. Representan el paso del paternalismo a la responsabilidad ciudadana. Es recuperar un Norte y por ende al Estado, los partidos y la familia de la división y el egoísmo.
Reparto equitativo de la riqueza: Los programas convencionales para reducir la pobreza deben ser reemplazados por un enfoque donde la comunidad tenga una participación mucho mayor para que sean realmente efectivos. Es el cambio del paternalismo por el empoderamiento (darle más poder al ciudadano) del que tanto se ha hablado y que, por supuesto, requiere recursos y capital social.
Debe fomentarse el talento y el esfuerzo para que florezcan en todas partes, y los gobiernos deben actuar con decisión para poner fin a la discriminación y a los prejuicios.
Igualdad de oportunidades: Este valor nos compromete a procurar que el mayor número posible de personas tenga acceso a la riqueza, el poder y las oportunidades.
No se trata de volver al viejo esquema socialista de nivelar por lo bajo, ni de aplicar como único camino la meritocracia que propugna el neoliberalismo. Es una combinación de elementos de un lado y del otro, donde el concepto de los incluidos y los excluidos se convierte en un elemento fundamental.
En la nueva política, la igualdad es inclusión y la desigualdad es exclusión.
Responsabilidad: Los derechos que disfrutamos son un reflejo de los deberes que tenemos: derechos y oportunidades sin responsabilidad son fuente de egoísmo y codicia.
No sólo el deber de pagar los impuestos y de acatar las leyes, sino el de educar a los hijos para que sean ciudadanos competentes y responsables, así como el de apoyar a quienes el Estado ha encargado específicamente esta tarea.
La responsabilidad, entendida como el espíritu de rendir cuentas y pagar por las consecuencias de sus actos, es vital para el funcionamiento de un Estado eficiente, del Buen Gobierno. Es precisamente en la falta de responsabilidad de los ciudadanos (y por lo tanto de sus gobernantes), y en su desdén por la cosa pública, donde radica buena parte de los problemas de los países atrasados. La falta de responsabilidad es lo que nos ha llevado a que no existan dolientes en las políticas públicas y que finalmente nadie responda por sus actos ni sus fracasos.
No sólo se trata de que los gobernantes y funcionarios rindan cuentas, sino de que los gobernados las exijan.
Solidaridad: Este valor implica el rescate de la confianza ciudadana y el fortalecimiento de la sociedad civil, es el Estado trabajando al lado de la sociedad civil, con responsabilidades mutuas. Es lo público estatal con lo público no estatal.
Todos dependemos de los bienes colectivos para nuestra independencia; y nuestra vida se enriquece –o se empobrece- en función de la colectividad a la que pertenecemos. Haciendo un especial énfasis en la familia, promoverla y protegerla incentiva la recuperación de los valores y a la formación del capital humano y social requerido por el Buen Gobierno y la Prosperidad Social.

¿Cómo se logran los Valores Civiles?
Como ya se ha mencionado los principios son la brújula y los valores el mapa que guía las acciones y aspiraciones de los gobiernos y las sociedades. Sin un decidido compromiso con objetivos y valores los gobiernos son ineficaces y van a la deriva, por grande que sea la mayoría que les apoye. Consideramos que la política fluye de los valores, y no al contrario.


 Cuales son algunos de los valores civiles.
“Nuestra misión es promover y reconciliar los cuatro valores
esenciales para una sociedad justa capaz de maximizar la libertad
y el potencial de todo nuestro pueblo: reparto equitativo de la riqueza,
igualdad de oportunidades, responsabilidad y solidaridad”.


Valores civiles.

            ¿Qué son los Valores Civiles?
Los principios y los valores son universales. Constituyen la brújula moral de todo individuo y toda sociedad. Sin esa brújula ética el naufragio es inevitable.
Los principios siempre han existido. Todas las religiones de la historia hacen referencia a la importancia de la justicia, la honestidad, la integridad, la caridad o la compasión. Pero es importante anotar que los principios no son los valores. Los primeros constituyen la brújula. Los segundos el mapa.
La Terca Vía de Blair identifica cuatro valores fundamentales que deben informar las acciones del Estado y de la sociedad: reparto equitativo de la riqueza, igualdad de oportunidades, responsabilidad y solidaridad.

¿Por qué los Valores Civiles?
Cuando una sociedad, una colectividad política o un individuo pierde su compromiso con esas normas de conducta que establecen los principios y los valores, cuando deja de guiarse por esa brújula moral, pierde su norte. Y cuando una persona, una empresa, un partido o un país no sabe lo que quiere, sus actos dejan de tener sentido.
Se trae lo anterior a colación para resaltar la importancia de los principios y los valores en la formulación de los derroteros y la ejecución de programas por parte de cualquier sociedad y de toda colectividad política que pretenda dirigir sus destinos.

¿Cómo son los Valores Civiles?
Los cuatro valores civiles que propone Juan Manuel Santos: reparto equitativo de la riqueza, igualdad de oportunidades, responsabilidad y solidaridad; trascienden todo su proyecto político, su visión de país. Representan el paso del paternalismo a la responsabilidad ciudadana. Es recuperar un Norte y por ende al Estado, los partidos y la familia de la división y el egoísmo.
Reparto equitativo de la riqueza: Los programas convencionales para reducir la pobreza deben ser reemplazados por un enfoque donde la comunidad tenga una participación mucho mayor para que sean realmente efectivos. Es el cambio del paternalismo por el empoderamiento (darle más poder al ciudadano) del que tanto se ha hablado y que, por supuesto, requiere recursos y capital social.
Debe fomentarse el talento y el esfuerzo para que florezcan en todas partes, y los gobiernos deben actuar con decisión para poner fin a la discriminación y a los prejuicios.
Igualdad de oportunidades: Este valor nos compromete a procurar que el mayor número posible de personas tenga acceso a la riqueza, el poder y las oportunidades.
No se trata de volver al viejo esquema socialista de nivelar por lo bajo, ni de aplicar como único camino la meritocracia que propugna el neoliberalismo. Es una combinación de elementos de un lado y del otro, donde el concepto de los incluidos y los excluidos se convierte en un elemento fundamental.
En la nueva política, la igualdad es inclusión y la desigualdad es exclusión.
Responsabilidad: Los derechos que disfrutamos son un reflejo de los deberes que tenemos: derechos y oportunidades sin responsabilidad son fuente de egoísmo y codicia.
No sólo el deber de pagar los impuestos y de acatar las leyes, sino el de educar a los hijos para que sean ciudadanos competentes y responsables, así como el de apoyar a quienes el Estado ha encargado específicamente esta tarea.
La responsabilidad, entendida como el espíritu de rendir cuentas y pagar por las consecuencias de sus actos, es vital para el funcionamiento de un Estado eficiente, del Buen Gobierno. Es precisamente en la falta de responsabilidad de los ciudadanos (y por lo tanto de sus gobernantes), y en su desdén por la cosa pública, donde radica buena parte de los problemas de los países atrasados. La falta de responsabilidad es lo que nos ha llevado a que no existan dolientes en las políticas públicas y que finalmente nadie responda por sus actos ni sus fracasos.
No sólo se trata de que los gobernantes y funcionarios rindan cuentas, sino de que los gobernados las exijan.
Solidaridad: Este valor implica el rescate de la confianza ciudadana y el fortalecimiento de la sociedad civil, es el Estado trabajando al lado de la sociedad civil, con responsabilidades mutuas. Es lo público estatal con lo público no estatal.
Todos dependemos de los bienes colectivos para nuestra independencia; y nuestra vida se enriquece –o se empobrece- en función de la colectividad a la que pertenecemos. Haciendo un especial énfasis en la familia, promoverla y protegerla incentiva la recuperación de los valores y a la formación del capital humano y social requerido por el Buen Gobierno y la Prosperidad Social.

¿Cómo se logran los Valores Civiles?
Como ya se ha mencionado los principios son la brújula y los valores el mapa que guía las acciones y aspiraciones de los gobiernos y las sociedades. Sin un decidido compromiso con objetivos y valores los gobiernos son ineficaces y van a la deriva, por grande que sea la mayoría que les apoye. Consideramos que la política fluye de los valores, y no al contrario.


 Cuales son algunos de los valores civiles.
“Nuestra misión es promover y reconciliar los cuatro valores
esenciales para una sociedad justa capaz de maximizar la libertad
y el potencial de todo nuestro pueblo: reparto equitativo de la riqueza,
igualdad de oportunidades, responsabilidad y solidaridad”.

Valores hacia el medio ambiente.
El estudio e investigación realizado, así como los métodos y técnicas y las respuestas permite revelar los valores, sentimientos y cualidades de los adolescentes y jóvenes en su relación con el medio ambiente siguiente:
Confieren gran importancia social a las actividades y tareas que se proponen para el mejoramiento del medio ambiente;
expresan que en toda profesión debe practicarse la protección del medio ambiente;
advierten que la protección del medio ambiente es un deber personal, familiar, comunitario, estatal e internacional;
atribuyen un motivo cívico primordial a la actitud favorable del hombre frente el medio ambiente como un deber con la patria y el Estado;
consideran la necesidad de asumir la conciencia de la responsabilidad civil y ciudadana, así como del Estado por la protección del medio ambiente y debe unirse a la reprobación de los perjuicios y afectaciones que puedan ocasionarle, tanto ellos mismos como sus compañeros y miembros de la comunidad;
consideran no solo el daño directo que las personas pueden ocasionar al medio ambiente sino, además, la actitud apática e indiferente de ellos mismos y otras personas que asumen una conducta indiferente ante las acciones de deterioro de los demás;
destacan la base y premisa humanística que tiene la relación del hombre, la sociedad y el medio ambiente, y a pesar de la complejidad de esta relación y unidad, expresan que es posible el desarrollo con la protección.
Reconocer que si el hombre quiere utilizar a su gusto y en su beneficio al medio ambiente, deberá utilizarlo racionalmente y tratarlo, como expresaran algunos alumnos, como si fuera una persona;
manifiestan que la concepción del desarrollo con la protección es posible y que la utilización racional del medio ambiente requiere del empleo de la ciencia y la técnica;
reconocen, aunque no todos, - así se observó _, que la protección del medio ambiente y las acciones que realizan la hacen como un esfuerzo, como una labor adicional, como un trabajo voluntario y no como un deber ciudadano y una necesidad de la época contemporánea;
ejecutan, un determinado grupo de jóvenes, según se observó, diversas actividades relativas a su educación personal y ambiental orientadas a la puesta en práctica de medidas en favor de la protección del medio ambiente;
expresan con toda seguridad la necesidad de subordinar y concebir, desde los inicios, la producción y los procesos tecnológicos con la protección;
generalizan en sus juicios la importancia de jerarquizar y adoptar prioridades sobre las principales medidas que se deben adoptar para lograr el óptimo aprovechamiento y utilización racional del medio ambiente;
proponen que a pesar de la educación y la conciencia, a desarrollar la necesidad de la legislación y aplicación de medidas y contravenciones para aquellos incumplidores de lo establecido para la protección del medio ambiente;
reconocen, según se evidenció, la imperiosa necesidad de asumir actitudes que se reviertan en la protección del medio ambiente mediante comportamientos favorables y, en especial, la participación de ellos sobre: la utilización económica de los recursos energéticos, la restauración de las zonas afectadas por la producción industrial; la disminución del ruido - que comienza su agudización paulatina en estas regiones -, la conservación de las fuentes de agua y hasta la utilización de la basura, que algunos alumnos valoraron como un tesoro.
Hasta aquí se ha podido concluir cómo los jóvenes de la población rural y de montaña estudiada manifiestan, en sentido general, la concepción científica para la protección del medio ambiente y se destacan en ellos el aspecto moral de la relación del hombre con el medio ambiente, los sentimientos humanos y vivencias éticas.
Algunos alumnos expresaron valoraciones relevantes y recordamos cuando un grupo de jóvenes apuntó (“la actividad más importante que se puede hacer ante el medio ambiente es educar desde niño al hombre ya que una persona correctamente educada resulta útil para toda la sociedad y para el medio ambiente”).



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